El neoliberalismo nació tras la Segunda Guerra Mundial, en una región de Europa y de América del Norte donde imperaba el capitalismo, como reacción teórica y política contra el Estado intervencionista y de Bienestar. Su texto de origen es Camino de Servidumbre, de Friedrich Hayek (1944), un ataque contra cualquier limitación de los mecanismos del mercado por parte del Estado, denunciada como una amenaza letal a la libertad, no solamente económica sino también política. El mensaje de Hayek era drástico: “A pesar de sus buenas intenciones, la socialdemocracia moderada conduce al mismo desastre que el nazismo alemán: a una servidumbre moderna”.
En 1947, cuando las bases del Estado de Bienestar en la Europa de posguerra se constituían, Hayek convocó a quienes compartían su orientación ideológica a una reunión en Mont Pélerin, Suiza. Entre los participantes estaban adversarios firmes del Estado de Bienestar europeo y del New Deal norteamericano: Milton Friedman, Karl Popper, Lionel Robbins, Ludwig Von Mises, Walter Eukpen, Walter Lippman, Michael Polanyi y Salvador de Madariaga. Fundaron la Sociedad de Mont Pélerin, una suerte de franco masonería neoliberal, altamente dedicada y organizada, con reuniones internacionales cada dos años para combatir el keynesianismo y el solidarismo reinantes, y preparar las bases de otro tipo de capitalismo, duro y libre de reglas, para el futuro.
Las condiciones no eran favorables: el capitalismo avanzado estaba entrando en una larga fase de auge sin precedentes, presentando el crecimiento más rápido de su historia durante las décadas de los ‘50 y ‘60. No parecían muy verosímiles las advertencias neoliberales de los peligros que representaba cualquier regulación del mercado por parte del Estado.
Hayek y sus compañeros argumentaban que el nuevo “igualitarismo” de este período (ciertamente relativo), promovido por el Estado de Bienestar, destruía la libertad de los ciudadanos y la vitalidad de la competencia, de la cual dependía la prosperidad de todos. Desafiando el consenso oficial de la época argumentaban que la desigualdad era un valor positivo en sí mismo. Este mensaje permaneció en teoría por más o menos veinte años.
Con la llegada de la gran crisis del modelo económico de posguerra, en 1973, y el mundo capitalista avanzado cayó en una larga y profunda recesión combinando bajas tasas de crecimiento con altas tasas de inflación, todo cambió. Las ideas neoliberales ganaron terreno.
Perry, Anderson. Neoliberalismo: un balance provisional (2003)
Perry, Anderson. Neoliberalismo: un balance provisional (2003)
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