cuando no son sino tus rodillas.
Por ellos has subido, y bajado,
¿como cúantas veces?
Con la energía intacta, casi daba igual,
si diez no eran diez, sino cien.
Aun de dos en dos, para arriba que ibas.
Luego esa energía se transformó,
tuvo que ser eso,
en otra cosa que no era ya fuerza y empuje.
Seguir subiendo, pero ya no tanto,
y bajando,
ahora muchas más veces,
de abajo, a más abajo.
Es la misma escalera,
aunque casi sin arriba,
ahora casi sólo hacia abajo.
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