Esas fronteras te perfilaban bien.
Más desarrollos no estaban recomendados.
Impedimentos razonables te decían que no.
Eran límites físicos, y hasta morales.
Objetivos, condicionantes.
Acotando un espacio, interior y exterior.
Y saltaste la barda, insensato de tí.
Tumbaste restricciones.
Abriste sendero donde no debía ser.
Hollaste sólidas reglas y normas.
Te saliste de madre.
Y así andas ahora.
Desestructurado.
Desvertebrado.
Desasosegado.
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