Pobres vándalos.
Los vándalos no hacían estas cosas.
Iconoclastas, perpetradores de la iconoclasia.
Esos, esos son.
Que igual descabezan un centauro en el Parque Grande,
que le arrancan un cacho pierna de Andrés Piquer,
en el actual Paraninfo de la Universidad.
Es interesante la cultura de los iconoclastas.
Yo, todavía no la entiendo bien.
En este caso, por ejemplo,
a un médico y filósofo le quitan un pie,
pero le dejan la cabeza, que es lo que le distingue.
En el otro caso, a un centauro le quitan la cabeza,
que mira que dicen que tiene bien poca,
pero le dejan las patas,
que son lo que le hacen irresistible.
No entiendo a los iconoclastas.
No entiendo a los zaragozistas.
A los vándalos, sí.
A los que aman Zaragoza, también.
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