jueves, 7 de octubre de 2010

Brianair

Húmedo, enlatado, protoescabechado.
Un leve cinturón amordaza vísceras y órganos.
Inaudibles letanías convencionales
rezan monsergas incomprensibles.
Lenguas, texturas, pigmentos, Alá.
Densidad, calor, combustible, olor.
Un amarillo irreal colorea este infierno.
Como en un matadero, como BSO, Vivaldi.
La pista se derrite.
El cielo se abre.
Fin, al fin.

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