domingo, 16 de diciembre de 2007

This is The Sea



Partido en dos por dentro.
Bien partido.
Mike Scott ya lo escribió bien.



This is The Sea
(Mike Scott)

Estas cosas que guardas,
mejor las tirabas.
Te darás la vuelta
en tu deprimente vida.
Una vez estuvista atado,
y ahora eres libre.
Una vez estuviste atado.
Bien, ahora eres libre.
Aquello era el río.
¡Ésto es el mar!


Ahora, si te sientes cansado.
Si has estado sólo demasiado tiempo,
quizá estuviste sufriendo
por culpa de unos cuantos planes
que te salieron mal.
Y tratas de recordar
cuan buena solía ser tu vida,
corriendo y golpeando tu tambor.
Como en 1973.
Bueno, aquello era el río.
¡Ésto es el mar!
¡Uau!

Ahora dices que tienes dudas.
Que tienes un dolor.
Dices que no te queda nada en qué creer.
Nada a lo que agarrarte.
Nada en qué confiar.
Tan sólo te quedan cadenas.
Estás dándole vueltas a tu conciencia.
Peinando tus recuerdos.
Pero eso, es un río.
¡Ésto es el mar!
¡Sí!




Ahora te veo vacilar
cuando intentas decidirte.
Tienes una guerra en tu cabeza.
Y te está partiendo en dos por dentro.
Tratas de encontrar sentido
a algo que no puedes ver.
Intentando buscarle el sentido ahora.
Y sabes que hubo un tiempo en que tuviste la llave.
Pero eso era un río.
¡Y ésto es el mar!
¡Si si si si si!

Ahora oigo un tren.
Viene hacia aquí por la vía.
Es tuyo, si te das prisa.
Todavía tienes tiempo suficiente.
Y no necesitas un ticket.
No necesitas pagar el pase.
No, no necesitas ticket.
No pagues el pase.
Porque éso era el río.
¡Y ésto es el mar!

¡Contempla el mar!

jueves, 29 de noviembre de 2007

Venezuela va






La democracia goza todavía de buena salud en Venezuela
Bolpress.
Mark Weisbrot


(Sin Permiso).- El próximo 2 de diciembre los venezolanos emitirán sufragio sobre un conjunto de enmiendas a su constitución. En términos generales, las propuestas han sido presentadas por los medios de comunicación como un nuevo paso en el camino hacia la dictadura.


Es ello así porque los grandes medios de comunicación suelen prescindir de cualquier idea de equilibrio y objetividad cuando informan sobre Venezuela. Curiosamente, eso vale a menudo también para los periódicos de centroizquierda no significados por su servil seguidismo de la administración Bush a la hora de informar sobre otros Estados petroleros, cuyo régimen político se pretende alterar, como Irán, o cuya alteración está ya en curso, como Irak.


El mayor escándalo parece esta vez provocado por la enmienda que aboliría las limitaciones ahora existentes al número de mandatos presidenciales. Tal vez sea porque yo soy de Chicago y desde que nací hasta que me licencié en la Universidad no conocí sino a un alcalde, pero soy incapaz de ver eso como un signo de dictadura. Por no hablar de que si Hilary Clinton resulta elegida el próximo año, habremos tenido Bushes y Clintons en la jefatura del estado durante 24 años consecutivos, que tal vez se prolonguen hasta los 28.


El presidente brasileño Lula defendió la semana pasada a Venezuela, preguntando “por qué no se queja la gente de que Margaret Thatcher estuviera tanto tiempo en el poder”. Y añadió: “Se puede inventar lo que se quiera para criticar a Chávez, pero no por falta de democracia”. Lula ha defendido repetidamente el carácter democrático del gobierno venezolano, pero sus declaraciones jamás han sido recogidas por los medios de comunicación de habla inglesa.


A Chávez se le critica también por proponer librarse de la independencia del Banco Central, blindada por la Constitución de 1999. Se presenta eso como otra muestra de su “aferrarse al poder”. Sin embargo, hay razones económicas muy válidas para esa enmienda. Los Bancos Centrales que no son responsables ante sus gobiernos electos no son en modo alguno “independientes”, sino que tienden a representar los intereses del sector financiero. A la hora de dirimir entre empleo y crecimiento, de un lado, e inflación, de otro, el sector financiero siempre optará por una inflación más baja, aun si eso significa estancamiento y desempleo. La creciente independencia de los Bancos Centrales, y la manifiestamente estricta política monetaria resultante, es muy probablemente una de las razones capitales del fracaso del crecimiento económico a largo plazo que ha experimentado la América latina en el último cuarto de siglo, un fracaso sin precedentes históricos.


También hay una enmienda, conforme a la cual se proporcionarían pensiones de Seguridad Social a los trabajadores del sector informal, lo que constituiría una importante medida antipobreza, dado que ese sector abarca a cerca del 41% de la fuerza de trabajo.


Otra enmienda reduciría la semana laboral a 36 horas. De eso informan los medios como una jornada laboral de 6 horas, pero más razonable sería interpretarla en el sentido de jornadas laborales de 8 horas, más una jornada laboral de 4 horas los viernes.


También hay enmiendas que eliminarían la discriminación fundada en la orientación sexual o en la salud física; que procurarían la paridad de género en los partidos políticos; que garantizarían la educación universitaria pública; que harían más difícil que los propietarios de casas perdieran sus hogares por una bancarrota. No se ve por qué tendrían que ser ésas medidas punitivas o represivas.


Otra enmienda aboliría las medidas introducidas en la Constitución de 1999 para proteger la propiedad intelectual. Es no significaría abolir las patentes o copyrights, pero permitiría una mayor flexibilidad en la acción del gobierno, a al hora de corregir las enormes ineficiencias económicas causadas por la existencia de monopolios privados protegidos por los Estados, por ejemplo, en el ámbito de los fármacos patentados. Es difícil argüir contra eso esgrimiendo razones económicas.


Hay otras enmiendas más discutibles, el grueso de las cuales no fue sugerido por Chávez, sino introducidas por la Asamblea Nacional (Chávez no puede vetar las enmiendas agregadas por la Asamblea Nacional; esas enmiendas han de ser sometidas al sufragio de los votantes). Por ejemplo, una enmienda permitiría al gobierno suspender el “derecho a la información” (pero no el debido proceso, como informan los medios de comunicación internacionales) durante una situación de emergencia nacional.


Otra permitiría al Presidente y a la Asamblea Nacional crear provincias y distritos nuevos. Algunas de esas medidas han despertado oposición incluso entre los partidarios de Chávez. Si se aprueban, será verosímilmente porque la mayoría de los electores confía en que Chávez y el gobierno no abusarán de sus poderes. Y no deja de tener su base esa confianza: a comienzos del presente año, la Asamblea Nacional concedió por 18 meses a Chávez poder para pasar determinada legislación por vía de decreto ejecutivo. Tertulianos y columnistas pusieron el grito en el cielo contra el “gobierno a golpe de decreto” de Chávez; pero lo cierto es que ese poder apenas se ha usado, salvo en el caso de las negociaciones con empresas transnacionales extranjeras. En cualquier caso, los votantes decidirán, y lo harán en un contexto de una oposición mediática harto más robusta que la existente en EEUU y en abierta campaña proselitista contra el gobierno.


Los venezolanos, a diferencia de los norteamericanos (o aun de los británicos) en estos últimos años, no han visto menguadas sus libertades civiles, y el ciudadano de a pie sigue teniendo más peso ante su gobierno y participando más de su riqueza petrolífera que nunca antes en la historia de Venezuela. Es dudoso que el referéndum vaya a invertir el sentido de esos cambios, sea cual fuere el resultado.

*Mark Weisbrot es co-director del prestigioso Centro de Investigación Económica y de Políticas, en Washington, D.C., en cuyo Consejo Asesor figuran destacados economistas, como el Premio Nóbel Jospeh Stiglitz.

Pellejudos jubilados anticipadamente




Hace unos 25 años que ví en formato de video esta película, este Blade Runner. Yo tenía entonces 14 años, y no iba nunca al cine, salvo para ver la mierda de películas que los adolescencios descerebrados de mi clase (social) solían ver por aquél entonces. Es por eso que esta película no me impactó de una forma especial. Mi conciencia me impedía ver en ella otra cosa que un pasatiempo muy elaborado, turbio en su trama, y oscuro en su fotografía (los videos de aquella época carecían de la resolución del DVD, por ejemplo).

Como el ser social determina la conciencia social, estas son las simples pero efectivas razones para NO considerar esta película uno de los mitos o cultos de mi devocionario cinematrográfico particular. Y esto me pasa también con las películas de este Scott, que me las trago, pero que no las digiero bien, desde Alien, hasta El gladiador.




De los cinco o seis visionados de esta película (versión 1982 y versión de 1992 del Director en pantalla grande, versión original con subtítulos en castellano en DVD) de una forma progresiva me encuentro enfrentado a un único personaje que me atrae (dejando de lado a las impresionantes mujeres que aparecen, tanto las replicantes, ellas dos, como la replicante que no sabe que lo es). Este personaje es, como bien ilustra la foto, Roy Batty (impresionante Rutger Hauer), el replicante preguntero, calificado habitualmente como "violento y complejo", y que es el único que me remueve por la entrañas cada vez que le escucho eso de que "Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir".

Son ya 25 años desde aquél primer visionado de Blade Runner, cuyo oficio era retirar de la circulación a los "pellejudos" y "pellejudas" descontroladas. Control y descontrol social, "retirar" como metáfora del asesinato de Estado, del terrorismo gubernamental, sistémico, en el modo de producción y reproducción capitalista. Qué lástima que estas vetas también presentes en Blade Runner no sean exploradas con más contundencia por los teóricos del cine de entretenimiento. Estarán para otras cosas, tal vez.

NOTA DE LISTO: "Pellejudos" es la forma que utiliza el personaje del capitán Bryant para referirse a los replicantes, porque para él sólo son eso, "pellejos" que recubren a una forma no humana. Él es un capitán de la policía alcohólico, y eso no es malo (ser policía, y ser alcohólico).

lunes, 26 de noviembre de 2007

"La locura sideral monegrina"

Empleo como título para estas líneas una frase del amigo Mariano Polanco, que me parece genial como desapasionada descripción del proyecto de construir "Las Vegas Mañas" en el desierto de los Monegros.


Así quedarán los Monegros, según libre interpretación de un sueño de Fernando el Catódico.

En su delirante "Mortadelo y Filemón en Gran Scala" (http://tausiet.blogsome.com/), Antonio Tausiet solicita justamente la inclusión de estos señores, los dos espías más famosos del Reino de España, para el temático parque "Spyland", uno de los varios previstos para esta locura sideral, que en ese mismo artículo retrata portentosamente, si bien le encuentro una pega en las cifras previstas de trabajadores y de visitantes, que creo que empequeñece notablemente porque no alcanza a asumir las potencialidades subdesarrolllistas y bananeras que este proyecto alberga.

Yo multiplicaría por diez las cifras que él da (alcanzando los 2 millones y medio de trabajadores, y los 4000 millones de turistas), porque el objetivo del Aragón de los 2 millones de habitantes del Presidente Iglesias es ya cosa del siglo pasado: vamos a por los seis millones, para que así el número de diputados del PAR en el Congreso (bien directamente, o a través del PSOE u del PP) puedan conformar finalmente ese lobby aragonés que nos ponga por encima de otras comunidades vecinas, y poder así cumplir uno de los sueños del aragonesismo histórico: recuperar una franja de costa mediterránea (Salou y alrededores sin urbanizar, si es que queda algo).


Bender ya se está preparando para los casinos, las esclavas sexuales, el alcohol, el tabaco, y otras drogas.

Sólo en el delirio encuentro la suficiente racionalidad para seguir escribiendo sobre este proyecto, del que seguiremos escribiendo, sin duda, en los infaustos días que están por llegar. Hablaremos, entonces, del concepto económico que lo impulsa, del modelo de desarrollo al que está asociado, del entorno cultural y comunicacional hegemónico, del tipo de sociedad por la que apuesta, de la política explícita de que bebe, del poder y del dinero como herramientas para construir ese otro mundo posible que es el de siempre.

No conviene olvidar que quien ganó la postguerra y el post y tardofranquismo, son los herederos del famoso "muera la inteligencia", y aquí huele mucho a muerto.

viernes, 23 de noviembre de 2007

La Cotorra Criolla



Hace miles de siglos escuché esta composición por la radio, y como entonces se solía hacer, lo grabé en cinta de cassete, con abundantes intromisiones de un fulano que conducía el programa (no recuerdo el nombre de ambos) de esas que te acordabas con acritud, mucho y mal,de sus antecesores familiares, porque te chafaba la ingenua grabación de radio a cinta.

Ahora la he encontrado y me parece tremenda: por ser un rap en castellano de comienzos de la década de los ochenta, por la impresionante letra, y porque me gusta el humor que destila, aun dentro de una absoluta desesperación de los excluídos del modo de producción capitalista.

Es Juan Perucho quien canta-declama-rapea, y habla de la situación en Venezuela de aquellos años, cuando era laboratorio de los experimentos socioeconómicos del capitalismo en latinoamérica para contener a los retos de otros proyectos sociales, económicos y culturales, cuando antes del derrumbe del Muro de Berlín.

Política, política... qué afán.

http://www.youtube.com/watch?v=M4eo0rBqzyk




Lo nuevo y lo viejo

Inauguro esta nueva etapa de blogoximoronidades, en la confianza de que donde dije digo, quise decir, "digo".

Anexo enlace al blog anterior, recuerdo de anteriores vidas, que son esta.

http://jmballestin.blogia.com/