-En los últimos meses han ido apareciendo diversas opiniones en torno a la necesidad de una refundación de la izquierda. ¿Compartes esa idea?
-Sí, pero con matices. Los matices son respecto a lo que significa “refundar la izquierda”. Si de lo que se trata es de armar otro partido político, con los mismos mimbres que los actuales, no creo que nos sirva de mucho. En estos momentos nos encontramos con un problema muy importante de desorientación de lo que llamamos izquierda, y es que los antiguos métodos están fracasando: en Brasil llega al poder un sindicalista de izquierda, en Uruguay llega a presidente un ex -Tupamaro… y en Cataluña tenemos en el gobierno a todos los partidos tradicionalmente de izquierdas… podríamos decir que “la izquierda llegó al poder”, y sin embargo las cosas han cambiado muy poco aquí y allá, y las políticas neoliberales, las medidas antisociales, la desigualdad, el paro, las privatizaciones de servicios públicos, etc. etc., continúan campando a sus anchas.
Por lo tanto, no es sólo cuestión de refundar un partido de izquierda, sino de repensar la forma de organizarse y de actuar para que los principios de la izquierda tengan alguna posibilidad de avanzar. Y ello implica dos cosas: la primera un espacio común de todos aquellos grupos, plataformas, organizaciones, coordinadoras, movimientos sociales, sindicalistas, activistas varios, etc., para elaborar propuestas alternativas y acciones comunes. Y la segunda, qué hacer para llegar a la población: los millones de parados, de jóvenes, profesionales, intelectuales, trabajadores/as, inmigrantes, clases populares… en fin, a la ciudadanía en general, o como mínimo a aquella parte de la ciudadanía que sufre directamente los males del sistema, que son la mayoría.
Miguel Riera, de El Viejo Topo, entrevista a Rosa Cañadell (portavoz del sindicato USTEC (enseñanza) y Presidenta de FARGA (Foro Anticapitalista de Reflexión y Generación de Alternativas).
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=115271
-Sí, pero con matices. Los matices son respecto a lo que significa “refundar la izquierda”. Si de lo que se trata es de armar otro partido político, con los mismos mimbres que los actuales, no creo que nos sirva de mucho. En estos momentos nos encontramos con un problema muy importante de desorientación de lo que llamamos izquierda, y es que los antiguos métodos están fracasando: en Brasil llega al poder un sindicalista de izquierda, en Uruguay llega a presidente un ex -Tupamaro… y en Cataluña tenemos en el gobierno a todos los partidos tradicionalmente de izquierdas… podríamos decir que “la izquierda llegó al poder”, y sin embargo las cosas han cambiado muy poco aquí y allá, y las políticas neoliberales, las medidas antisociales, la desigualdad, el paro, las privatizaciones de servicios públicos, etc. etc., continúan campando a sus anchas.
Por lo tanto, no es sólo cuestión de refundar un partido de izquierda, sino de repensar la forma de organizarse y de actuar para que los principios de la izquierda tengan alguna posibilidad de avanzar. Y ello implica dos cosas: la primera un espacio común de todos aquellos grupos, plataformas, organizaciones, coordinadoras, movimientos sociales, sindicalistas, activistas varios, etc., para elaborar propuestas alternativas y acciones comunes. Y la segunda, qué hacer para llegar a la población: los millones de parados, de jóvenes, profesionales, intelectuales, trabajadores/as, inmigrantes, clases populares… en fin, a la ciudadanía en general, o como mínimo a aquella parte de la ciudadanía que sufre directamente los males del sistema, que son la mayoría.
Miguel Riera, de El Viejo Topo, entrevista a Rosa Cañadell (portavoz del sindicato USTEC (enseñanza) y Presidenta de FARGA (Foro Anticapitalista de Reflexión y Generación de Alternativas).
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=115271
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