"Se despierta, gruñona como siempre.
Infinitamente ruidosa, infinitamente viva.
Es lo único que poseo de verdad.
Mi única esperanza. Mi única constante.
( ...) No sé lo que soy, ni cuánto tiempo me queda.
Nunca le entregaré mi corazón más que a ellla.
Siempre será mía, y yo siempre seré suyo.
Me posee en cuerpo y alma.
Es el amor de mi vida.
Ella es mi ciudad."
Alegato final del mediocre filme The Spirit (2008)
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