"Consume sano, sabroso y seguro", lema de los Mercados Locales Agroecológicos, es una invitación también a la resistencia y la pelea por otra forma de ordenar las cosas.
Aquí se trata de recuperar soberanía sobre lo que cocinamos, o ingestamos en crudo. Recuperar capacidad para tomar decisiones propias, también sobre la comida, sobre lo que comemos. Sabiendo qué carajo es lo que comemos, de dónde proviene, qué se le hizo, o no.
Socializar información culinaria es también apostar por modos de producción y estructuras de producción alejadas de las formas de hacer las cosas de multinacionales, empresas transnacionales, empresas distribuidoras, de servicios, de comercio, empresas de, por, para, según, tras... ganar dinero, sólo ganar dinero, en la forma que sea, pisoteando también a quienes precisamente sustentamos el tinglado. Y esto puede hacerse con la canasta de la compra, cada día, persona a persona, comercio a comercio. En tu barrio, en el suyo, en el nuestro.
Quienes quieran reducir esto sólo a un individual y sano consumo de alimentos, no saben lo que se pierden, lo que están desperdiciando por el camino: la capacidad de la gente de recuperar parte del poder que nos han hurtado, de recuperar capacidad para decidir hacia dónde vamos, y cómo, desde la comida, hasta la forma que debería tener la jefatura del Estado, por poner un ejemplo sencillito.
Claro que es una dura tarea, pero mejor intentarlo, desde la conciencia, que malvivir en esta chingada actual, que poco barrunta de cambiar a mejor, según dicen.
sábado, 24 de octubre de 2009
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