Haces unas noches, las oí pasar desde casa, "Gruu, gruu.." Otra noche, ya las ví culebreando entre ráfagas de cierto cierzo. Es su momento de viajar al Sur, haciendo más que notable escala en ese antiplano endorreico entre Zaragoza y Teruel, en esas insólitas e ibéricas estepas turcomanas, entre la sierra y la laguna.
Interpretando aéreas coreografías, reiterando monótonas sinfonías. Son cien, son mil, son diez mil entre puntitos grises y siluetas definidas. De paso, siempre de paso, siguiendo su hoja de ruta estelar, magnética, genética, desde el Norte hasta el Sahara. Repostaje, y carretera y manta, del más que frio ya, al recalor. Y una vez, y vuelta, y otra, y vuelta, y otra...
¿Qué pasaporte tendrían, de ser humanas: comunitario, polaco, alemán, francés, español, marroquí, saharaui? Esa suerte que tienen, de ser lo que son.
jueves, 22 de octubre de 2009
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