Mito 1: "Los colegios concertados ahorran mucho dinero a la administración." La creación de la figura de los colegios concertados fue una decisión política para evitar enfrentamientos con la Iglesia Católica durante la Transición. Respecto a los motivos económicos, un colegio concertado es como un "colegio alquilado". Si el objetivo de la administración es alquilar el colegio durante 1 año, evidentemente sale más rentable que construir un nuevo centro, sin embargo, si la duración del alquiler es de 100 años, es más barato construir y mantener un colegio público.
Mito 2: "La administración se ahorra dinero con los profesores de los colegios concertados pues cobran mucho menos que en los centros públicos." Los docentes de los colegios concertados cobran prácticamente igual que los de centros públicos, las mayores diferencias están en los sexenios.
Mito 3: "En los centros concertados hay mejores profesores y se educa mejor." En los colegios concertados los docentes no tienen que pasar ninguna prueba específica, más allá de alguna entrevista con los gestores del centro donde suele darse más importancia a los valores religiosos que a sus capacidades pedagógicas. En la contratación en este tipo de colegios es muy frecuente el amiguismo y el enchufismo.
Los trabajadores de centros concertados suelen denunciar la explotación y precariedad laboral repecto a la cantidad de horas extras no remuneradas, la presión ideológica a la que están sometidos, los contratos por menos horas de las que realmente trabajan, la obligación de tener que asistir a actividades extraescolares como las actividades pastorales sin reconocimiento de las horas, la contratación de jóvenes en prácticas que despiden antes de hacerlos indefinidos, etc. Una gran proporción de los docentes de colegios concertados, sobre todo jóvenes, se presentan periódicamente a las oposiciones para poder ejercer la enseñanza en los colegios públicos. También es frecuente que el profesorado tenga que ocultar sus verdaderas tendencias e ideas religiosas para mantener sus puestos de trabajo.
Mito 4: "Al fin y al cabo, un colegio concertado funciona igual que uno público." Sólo aparentemente. Los titulares de los centros concertados son los que realmente llevan el peso de la institución, revistiendo de democracia las decisiones mediante el claustro o el Consejo Escolar gracias al clima de censura y falta de libertad que suele primar. Además, sus idearios suelen ser documentos de apología católica cuyo único objetivo es la evangelización.
Koopiloto G.R., Estado, Iglesia y educación en España. Un repaso desde el franquismo hasta la actualidad
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