domingo, 12 de diciembre de 2010

Vivos 12

El científico soviético Vladímir Ivánovich Vernadski escribió en 1926 “La biosfera”, una expresión que a esas alturas del siglo XX no se utilizaba. La definió como el lugar que ocupa la vida en el universo conocido. Vernadski puso a la vida ("materia viva" la llamaba él) dentro del cosmos. Fue el primero en estudiar los efectos de la deforestación sobre el clima; en estudiar los efectos de las radiaciones solares y cósmicas sobre los seres vivos; en estudiar la función de la capa de ozono y el efecto invernadero; fue el primero en poner la ecología sobre una base científica.
La biosfera, según Vernadsky, expresa la interacción dialéctica tanto del componente inerte, como del vivo, e incluso habló de la existencia de un tercero, la noosfera, que expresa la intervención del hombre sobre el universo que le rodea. Geología, Biología y Cultura se condicionan mutuamente. Las tres esferas expresan fases sucesivas de desarrollo evolutivo de la materia. Son diferentes y, al mismo tiempo, cada una surge de la anterior, tejiendo una red de relaciones y condicionamientos mutuos.
Las interacciones que se despliegan entre ellas, especialmente la intervención del hombre sobre la biosfera, crea una nueva forma de relaciones mutuas, la noosfera, un estado irreversible, de tal manera que no es posible restaurar la biosfera a ningún estado previo. Tampoco es posible el crecimiento cero. Del mismo modo que la evolución aleja la biosfera de sus puntos de partida, también la noosfera se aparta cada vez más del equilibrio o, dicho en otras palabras: las sociedades humanas no se acercan sino que se alejan de la naturaleza sin ninguna posibilidad de retorno.

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